martes, 29 de octubre de 2013

Origen

Zeus, que lanza rayos por medio de las manos de Vulcano, se percató que había dado destino a todos los mortales, menos al soberbio Edipo.
 —¿Y qué querrías tú?, dijo el diós queriendo rectificar, por concesión, su olvido.
 —¿Yo? ¡Pura madre! —¡Concedido!

José Jesús Fonseca 
fuente: http://minisdelcuento.wordpress.com/


lunes, 28 de octubre de 2013

El último juego

Ahí estaba esperando el momento de tomar la decisión. Esta vez todo estaba preparado. Iba a contemplar por fin, el último momento antes del gran viaje. Por mucho tiempo se había preguntado cómo serían los instantes entre dos mundos, entre dos realidades distintas. El espejo que minutos después serviría para contemplar su obra, se encontraba colocado frente a la chimenea. Tenía la seguridad de que un suicidio bien ejecutado podía ser una obra de arte. Se vio por última vez. Su rostro había envejecido durante los últimos días. Apenas pudo pasar la saliva que resbaló despacio por la garganta. El día estaba nublado. Este era el final de todos los juegos. Tomó la pistola y la llevó hasta la boca. Miró el cañón y lo introdujo hasta cerca de la garganta. Mano firme, el dedo empezó a apretar despacio. Se volvió a ver el espejo; para su sorpresa, no reflejaba nada. Quiso detenerse, pero el dedo ya había apretado el gatillo.

José Enrique Patlán
fuente: http://minisdelcuento.wordpress.com/



sábado, 26 de octubre de 2013

192

Regresó a su casa después de un viaje de tres meses. No pudo abrir: las cerraduras habían sido cambiadas. Tocó el timbre. Vio que la puerta se abría y al entrar su esposa con un cuchillo, y un individuo con un hacha, lo atacaron. Tras un movimiento. Tras un movimiento rápido para esquivar la cuchillada se escondió en el garage. Escuchó pasos y la voz de ella: “Debe estar en el armario”. Las puertas crujieron y el hacha se proyectó contra su cabeza. Apretó los párpados … Abrió los ojos y se tranquilizó: su maleta estaba en la otra cama. Se levantó. Luego de bañarse, rasurarse y vestirse, manejó 192 kilómetros y regresó a su casa. No pudo abrir: las cerraduras habían sido cambiadas. 

Jorge Unikel 
fuente: http://minisdelcuento.wordpress.com/


viernes, 25 de octubre de 2013

El fin de la evolución

Corre el año 2125 y la religión está a apenas medio minuto de poner punto y final a una larga batalla, de más de 200 años, librada contra el evolucionismo. El último darwinista vivo, John Theodore Lennard, cae muerto sobre su escritorio con el cráneo humeante y un revólver en la boca. Pero la teoría de la evolución todavía da sus últimos coletazos en una nota de suicidio que hay sobre su mesa. La sangre impregna la nota y poco a poco entierra su contenido. Las últimas letras, que desaparecen al ritmo que las lees, rezan:

 “…no puedo más. En un mundo donde se adapta antes una mentira llevadera que una verdad incómoda, quizá la teoría de la evolución nunca estuvo destinada a sobrevivir. La selección natural fue implacable hasta en esto.”. 

fuente: http://sonysato.com/2013/04/04/el-fin-de-la-evolucion/#more-257


miércoles, 23 de octubre de 2013

El susto

La señora Mabel estaba muy atemorizada. El hombre que caminaba detrás suyo debía de ser un delincuente. Le daba órdenes con una voz extraña: "siga derecho", "doble a la izquierda". La señora Mabel vio en la esquina un patrullero y empezó a los gritos pidiendo auxilio. El muchacho la miró asombrado y guardo el GPS en el bolsillo de su campera.

Inés M. Cabrera.


lunes, 21 de octubre de 2013

La petición

Después de muchos años de haberla hecho, su petición fue finalmente aceptada. Hasta entonces supo que previamente habría de permanecer enclaustrado un tiempo más o menos largo.

Súbitamente fue tomando de los pies y arrastrado hacia fuera, donde por unos instantes quedó suspendido en el aire cabeza abajo, envolviéndolo una luz cegadora. Por la espalda, sorpresivamente, recibió un golpe fortísimo que le hizo lanzar un prolongado alarido que remató en sollozos; acababa de nacer.

Jorge R. Dixon Neri 
fuente: http://minisdelcuento.wordpress.com/


domingo, 20 de octubre de 2013

El hambriento

Había una vez un hombre que vivía en un encerrado cuartucho. Estaba tan bien cerrado que ni la luz podía pasar.

No tenía nada, ni agua, ni comida, sólo tenía el aire medido exactamente para él mismo.

Estaba tan solo que su sombra lo había abandonado mucho tiempo atrás. Un día cuando ya el hambre lo estaba matando, sacó de su chamarra una navaja y empezó a cortar rebanadas de aire. Las cortó chicas, medianas, grandes, cuadradas, redondas, triangulares, exagonales, de mil formas diferentes.

Cuando por fin hubo saciado su apetito murió de asfixia.

Jorge P. Guillén 
fuente: http://minisdelcuento.wordpress.com/


sábado, 19 de octubre de 2013

Una buena razón

Estaba tendido de espaldas en el pis del cuarto estrecho y desarreglado, en el que se veían, además de unos cuantos muebles insignificantes, decenas de hojas de papel escritas, diseminadas por todas partes. Tenía el rostro contraído en un rictus, mezcla de frustración y alivio. Había, sobre una mesa destartalada, una máquina de escribir con una hoja aún sin terminar. Junto a la mano derecha del muerto, que asía firmemente un revólver, yacía un ejemplar de la revista “El cuento” y, en la mano izquierda, se encontraba un pedazo de papel arrugado en el que se leía: “¡Una cuartilla! ¿A quién se le ocurre?”

Jorge Anaya 
fuente: http://minisdelcuento.wordpress.com/




jueves, 17 de octubre de 2013

Recomendaciones

En los primeros días del año 2,270 las computadoras nos dieron a conocer la noticia que nuestros hermanos del planeta Marte nos mandaban: “no se aceptará ninguna expedición de terrícolas que no vengan con fines científicos, pues sólo contribuyen al aumento de la población marciana”.

Jesús Porras Botello 
fuente: http://minisdelcuento.wordpress.com/


martes, 15 de octubre de 2013

Estruendo

“Voy a dormir”, dijo con decisión; se colocó a la orilla de sus sueños, se asomó a fondo, y se precipitó lentamente.

Un movimiento brusco lo despertó; escuchó un ruidero de cristales, se asomó desde la orilla de su cama, y vio todos sus sueños rotos.

Jesús Falconi 
fuente: http://minisdelcuento.wordpress.com/


domingo, 13 de octubre de 2013

Saludo

Siempre saludo a mi vecina para que algún día diga "era un chico muy majo, siempre me saludaba, no entiendo porque mató a todos"

Fuente: Algodistinto.tumbrl.com








sábado, 12 de octubre de 2013

El día que el crimen apareció en Pinkhills

“Sherif en Pinkhills, ¡vaya oficio más aburrido”, gruñó Brent para sus adentros. “Aquí nunca ha pasado nada, ningún crimen qué perseguir…”

La mano que sostenía la navaja de afeitar dejó de hacer su rítmico movimiento en la mejilla. Se miró al espejo. No se reconoció en esa mirada. En su cabeza, como cuando llega la noche, se instaló un pensamiento macabro.

Jesús Cabral
fuente: http://minisdelcuento.wordpress.com/


miércoles, 9 de octubre de 2013

El Viejo Paciente

El viejo paciente me dijo que nunca abriese el armario. "Hay un tigre allí y si lo haces nos devorará a los dos", dijo. Como celador, parte de mi trabajo es seguir la corriente a nuestros pacientes, así que acaté los deseos del anciano. Cuando murió, meses más tarde, metí en una bolsa sus escasas posesiones. El armario, sin embargo, lo dejé. Yo también había imaginado las rayas del tigre, los dientes como cuchillas, los bigotes como alambres y los ojos luminiscentes. Me lo imaginé paseándose hacia adelante y hacia atrás dentro del armario esperando a abalanzarse sobre la primera persona lo suficientemente tonta como para abrirlo.

D. Daniel Moreau
fuente:http://museodelapalabra.com/es/concurso-de-microrrelatos/3-edicion/item/625-fallo-de-la-iii-edicion-del-concurso-internacional-de-microrrelatos-fundacion-cesar-egido-serrano-museo-de-la-palabra


martes, 8 de octubre de 2013

Los pigmeos

LONDRES, 29 de octubre. (LATIN-Reuter) —El hombre no desciende del mono sino de los pigmeos de África. En las vastedades selváticas que habitan una raza de éstos, los Efe, al pie de las fabulosas Montañas de la Luna, en Uganda, está el original Jardín del Paraíso, mencionado en los libros del Génesis de la Biblia. Allí se originó la leyenda de Adán y Eva, la entrega de los mandamientos de un mesías, todos los pigmeos. Aún ahora, los hombrecitos de África poseen la clave de la supervivencia física y mental del llamado mundo civilizado: “Haz a la naturaleza lo que desearías que la naturaleza te hiciese a ti”. Es la moral que podrían enseñarnos.

Jean-Paul Hallet, citado en un cable 
fuente: http://minisdelcuento.wordpress.com/


domingo, 6 de octubre de 2013

Indecisión

El viento inmemorial se agitaba con violencia y hacía remolinos aquí y allá. Penetró algunos metros en la gruta arrastrando tras sí un polvillo de arena con el que, suspendido, formó un montón del tamaño de un puño y, lentamente, fue fabricando un hombrecito ya vestido con ropas exiguas y raídas y que, sin embargo, blandía una lanza azul de una delicada transparencia. No bien estuvo conformado inició el humúnculo una decidida marcha hacia el oscuro interior de la caverna. A los pocos pasos, la alabarda vítrea comenzó a iluminar potentemente todo el misterioso camino dentro del inmenso antro, negro e infinito. El hombrecito parecía muy pálido bajo la iluminación de su lanza pero se le veía fuerte e inagotable. Pasó por entre enormes peñas, por aluviones y minas; cruzó montañas y ríos; enfrentó bestias y demonios. Todo con una determinación inquebrantable. Holló, además, la tierra con marcha incontenible y el propósito de ira hasta el final para encontrar el amor. Ninguno de los más feroces obstáculos ni de las más sutiles ilusiones pudieron separarlo de su designio. Recorrió siete mil veces mil noches y siete mil veces mil días la mayor extensión posible del laberinto, y finalmente, encontró la salida de la espelunca, más allá de la cual estaba el paraíso, el jardín de las delicias.

No obstante, lleva allí diez mil años, en la puerta de la felicidad, sin poder penetrar en ella, con su amor deslizándose entre las manos, un montoncillo de arena que no cobra forma, que se disuelve. 

Javier Navarro 
fuente: http://minisdelcuento.wordpress.com/


sábado, 5 de octubre de 2013

EL FRANCOTIRADOR

Todos los días, mientras esperaba el ómnibus, un niño me apuntaba desde un balcón con el dedo, y gatillaba como un rito su arma imaginaria, gritándome “¡bang, bang!”. Un día, solo por seguirle el rutinario juego, también yo le apunté con mi dedo, gritándole “¡bang, bang!”. El niño cayó a la calle como fulminado. Salí corriendo hacia él, y vi que entreabría sus ojitos y me miraba aturdido. Desesperado le dije “pero yo solo repetí lo mismo que tú me hacías a mí”. Entonces me respondió compungido: “sí señor, pero yo no tiraba a matar”.

D. Armando Macchia
fuente: http://museodelapalabra.com/es/concurso-de-microrrelatos/3-edicion/item/625-fallo-de-la-iii-edicion-del-concurso-internacional-de-microrrelatos-fundacion-cesar-egido-serrano-museo-de-la-palabra

viernes, 4 de octubre de 2013

Bastaría con abrir la puerta

Habiendo vagado siempre por el camino de la pertinaz cotidianidad, de pronto le invadió la certidumbre de que el final estaba cercano y que además era inevitable. Entonces, por primera vez en su caminar, se detuvo y contempló el horizonte. Pudo ver lo que anticipaba la proximidad de la obscuridad absoluta. Pudo escuchar el eco, que rebotaba de confín a confín, de las voces proferidas por las multitudes beligerantes que se disputaban la irrelevante prenda de la felicidad. Así, tratando de evitar verse engullido por aquel desatinado padecer colectivo, reunió los restos desperdigados de su energía sobrante y se adentró en las reconditeces de su propio ser. Intuyó que la única alternativa radicaba en rescatar aquello de lo que había sido despojado en el instante mismo de su concepción, pero fue tan grande el ímpetu de su deseo, que se olvidó de descifrar el verdadero significado de su búsqueda y se extravió en los múltiples senderos que tiene el retorno.

Todo esto sucedió en tiempo tan remoto que podría afirmar que está aconteciendo ahora. Por eso, si quisiéramos conocer al protagonista de esta historia, bastaría con abrir la puerta y dejarlo entrar, o tal vez permitirle salir.

Javier Barrientos G. 
fuente: http://minisdelcuento.wordpress.com/




martes, 1 de octubre de 2013

La niña

¡Si, eso es! ¿Cómo no lo había pensado antes? Yo gastando en médicos tras la solución, cuando lo que sucede es que la niña dejó de serlo y por eso está tan teñida de rojo. El equivocado del especialista seguirá insistiendo que fueron los lentes de contacto quienes me atrofiaron las glándulas lagrimales, dejándome los ojos propensos a irritaciones, ¡bah!

Jaime Adolfo Muñoz Torres 
fuente: http://minisdelcuento.wordpress.com/


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