Fue cuestión de mala suerte. No nos pusimos de acuerdo. Yo le cedía el paso y él a mí. Yo se lo volví a ceder y él me hizo seña de que pasara.
¡Parecía que no se fiara! Le volvía a hacer seña y él a mí. Por un momento nos quedamos los dos parados, ¡y justo cuando arranco se le ocurre pasar! Porque llevaba yo el coche. Si llega a ser a la inversa, a ver quién estaría ahora contándolo.
Javier Setó.
jueves, 20 de enero de 2011
UNA REALIDAD
Me desperté a las tres de la madrugada sobresaltado, bañado en sangre, con un puñal clavado en el medio De mi pecho. "¡Menos mal!", me dije, "es sólo una realidad". Y seguí durmiendo...
Fabián Vique.
Fabián Vique.
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