A la mañana siguiente su secretaria le telefoneó a las ocho: “Don Luciano, lamento molestarlo tan temprano, pero acaban de avisarme que, frente a su casa, hay como quinientas personas esperándolo”. “¿Ah, si?” dijo el profesor de buen ánimo. “¿Y qué quieren?”.”Según dicen pretenden expresarle su saludo y admiración.” “Pero, ¿quienes son?”. “No lo sé con certeza, Don Luciano. Ellos dicen que son las excepciones.”
Mario Benedetti
Da click en el siguiente link y baja ¡EBOOKS GRATIS!
No hay comentarios:
Publicar un comentario