miércoles, 14 de septiembre de 2011

Un viejo amor

La Bella Durmiente por fin despierta y mira asombrada al príncipe.

No entiende cómo aquel viejo hombre, canoso y con arrugas, pueda ser su verdadero amor.

Pero él sonríe, la abraza, la toma entre sus brazos y la besa amorosamente.

Platican, se conocen, ríen a carcajadas, y ella se va convenciendo de que él es su alma gemela.

Más cuando se ve en el espejo...

Hector Ugalde UCH.



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Mi Ping en TotalPing.com