¡Arriad el foque!, ¡Orzad a estribor! ,¡Cuidado con el bauprés! , ¡Abatid el palo de mesana!, ordena el capitán. Entretanto, la tormenta arrecia y los marineros corremos de un lado a otro de la cubierta, desconcertados. Si no encontramos pronto un diccionario, nos vamos a pique sin remedio.
Ana María Shua.
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